¿Te estás preguntado qué tienes que estudiar para ser un consultor de negocio de éxito? En realidad no necesitas grandes estudios para ser un consultor de negocio exitoso.
Otro asunto muy diferente sería que quisieras trabajar como consultor para otras empresas de consultoría. Estos sí pueden pedirte unas ciertas titulaciones. Ahora bien, si quieres ser consultor independiente y vivir de la consultoría, lo más importante es tener experiencia en el problema que desea solucionar tu cliente ideal.
La formación reglada no garantiza ser un buen consultor, ya que el mundo cambia de manera muy rápida, sobre todo en el sector tecnológico, y nuestras instituciones universitarias no están adaptadas a la velocidad de estos cambios.
Es por eso que muchos consultores se tienen que formar por ellos mismos, en ciertas escuelas de negocio, pero pocas veces son aptos tras una formación reglada universitaria.
Para ser consultor de negocio, es recomendable estudiar un posgrado en áreas como economía, administración de empresas, dirección y desarrollo de organizaciones, entre otras. Eso sí, dependiendo del sector donde vayas a moverte y del problema que deseas solucionar en el mercado y a tu cliente ideal.
Además de la formación académica, se requieren habilidades personales como capacidad de comprensión, habilidades comunicativas, y habilidades de relación y comunicación con los demás.
Los consultores de negocio pueden especializarse en áreas como gestión, estrategia, finanzas, operaciones, recursos humanos y tecnologías de la información. Existen muchas áreas a las que dedicarte, pero como siempre decimos en Consultor Élite, la clave para vivir de la consultoría es enfocarse en un mercado, estudiar un problema urgente de este y crear una solución para ello.
¿Cuáles son las habilidades claves para ser un buen consultor de negocio?
Para ser un buen consultor de negocios, más que mucho conocimiento y muchos estudios en un campo concreto, se requieren varias habilidades «blandas» que son claves y que a continuación te detallamos:
- Escucha activa: Comprender las necesidades de las personas o empresas contratantes, así como las motivaciones de empleados, proveedores y clientes. Sin esta cualidad no podrás ofrecer un buen servicio.
- Flexibilidad: Ser capaz de adaptarse a diferentes situaciones y tener tacto al interactuar con el personal de la empresa cliente sin ser demasiado intrusivo y siempre desde una distancia neutral.
- Objetividad: Evitar juicios de valor, trabajar con independencia y alejarse de apreciaciones subjetivas para plantear soluciones convenientes. Esto hará que tengas un diagnóstico de la situación mucho más preciso.
- Comunicación: Elaborar un plan de acción detallado que incluya objetivos, fases, personas y recursos disponibles. Una propuesta y hoja de ruta que de verdad lo lleve a cumplir el objetivo que se ha marcado contigo.
- Proactividad: Ofrecer soluciones y alternativas originales de manera anticipada, pero sin caer en la ambigüedad ni en lo inverosímil. Nadie es un superhéroe, tampoco los consultores.
- Curiosidad: Mantener un interés constante por aprender y comprender nuevas situaciones. Clave si deseas mantenerte atractivo para tu mercado en un entorno tan cambiante y en constante transformación como el actual.
- Pensamiento y comunicación estructurados: Ser capaz de organizar ideas de manera clara y efectiva que te permitan tener una visión objetiva de la situación.
- Capacidad para la inmersión profunda y abstracta: Poder sumergirse en detalles complejos y comprender conceptos abstractos que no ve tu cliente.
- Tenacidad y resistencia: Mantener una actitud resiliente ante obstáculos y tener la energía para llevar a cabo proyectos debido a que normalmente son retos que requieren mucho esfuerzo mental y de acción.
- Inteligencia emocional, empatía y simpatía: Tratar con personas, crear relaciones de confianza y trabajar en equipo. Convertirte en un catalizador y solucionador de problemas para tu cliente.
Además de estas habilidades, una alta preparación y experiencia son elementos clave para convertirse en un consultor de éxito. Es importante tener conocimientos técnicos en áreas como estrategia, finanzas, recursos humanos y marketing, así como habilidades de comunicación, análisis y resolución de problemas.
El pensamiento crítico como punto clave de un consultor de negocio
Cómo podemos desarrollar las habilidades de pensamiento para convertirse en un consultor exitoso. Para desarrollar la habilidad de pensamiento estructurado, fundamental para un consultor de negocio, se pueden considerar las siguientes estrategias:
- Pensamiento crítico y análisis: El pensamiento estructurado implica la capacidad de juzgar una situación adecuadamente, descomponer problemas complejos en subproblemas simples y abordarlos de manera lógica y ética.
- Formación académica: Obtener una formación académica sólida en áreas como administración de empresas, economía o dirección y desarrollo de organizaciones puede proporcionar las bases para el pensamiento estructurado.
- Práctica y experiencia: La práctica en la resolución de problemas empresariales y la exposición a situaciones desafiantes pueden ayudar a desarrollar el pensamiento estructurado.
- Mentoría y aprendizaje continuo: Buscar mentores con experiencia en consultoría de negocio y participar en programas de aprendizaje continuo puede proporcionar orientación y conocimientos prácticos para desarrollar habilidades de pensamiento estructurado.
De consultor a solucionador de problemas
Por último, nos gustaría matizar que nada de esto te garantizará tener éxito como consultor de negocio y vivir de tu actividad de manera independiente si antes de verte como un consultor no te ves como un vendedor de servicios consultivos.
La mayoría de los consultores que se lanzan a ofrecer sus servicios como consultores cometen el gran error de enfocarse demasiado en su campo de conocimiento y poco en el mundo real que necesita ese conocimiento. Por lo que no llega nunca a atraer clientes, ya que está desalineado con la realidad de su industria.
Para ello es fundamental desarrollar habilidades de venta y marketing para lograr crear un flujo constante y previsible de buenos clientes y oportunidades que te permitan vivir de tu negocio de consultoría.
¿Qué habilidades de marketing y ventas necesita un consultor de negocio?
Cliente ideal. En primer lugar, conocer en detalle tu mercado y a tu cliente ideal. Debes saber qué problema hace que tu cliente ideal no duerma por la noche y que tú podrías solucionarle.
Tu propuesta de valor. Cada día saltan más consultores al campo ofreciendo sus conocimientos. Somos una generación altamente formada y que podemos ayudar a las empresas en nuestra área de conocimiento. Es por eso que necesitas destacar entre tantos consultores que ofrecen un servicio similar o igual al tuyo. Es ahí donde aparece la propuesta única de valor. Aquello que te hace diferente y que tu mercado valore.
Fuentes ideales de clientes. Conocer donde está tu cliente ideal es clave. Saber dónde dirigir tu foco sin acabar dando palos de ciego y disparando a todos. Eso sería una estrategia de marketing poco rentable y que hará que disperses tus fuerzas y capacidades.
Generación de visibilidad. Sin visibilidad no hay clientes. Debes lograr llegar a ellos para que te encuentren y sepan de tu existencia, de lo contrario nunca los atraerás. Debes hacerte notar si no quieres acabar eclipsado por otros que sí entienden que sin visibilidad no hay clientes.
Generación de autoridad. La autoridad es clave para vender servicios de consultoría. Solo aquellos que se han ganado el respeto de su mercado atraerá a los mejores clientes. No olvides que no contratan un servicio, sino a un experto que les soluciona un problema. Te contratan a ti. Es por eso que nadie quiere contratar a un experto que no sintamos que es la persona que necesita nuestra empresa.
Generación de confianza. La confianza es clave es cualquier negocio, y sobre todo en la consultoría, donde tienes que tener una relación muy estrecha con tu cliente. Ahí la confianza es un elemento fundamental y que deberá ir creciendo a medida que vas trabajando con tu cliente.
Propuesta irresistible. Tener un servicio cien por cien adaptado a tu cliente es lo ideal, ya que destacaras de todos aquellos que llegan con propuestas generalistas y que tu cliente no ve que encajen en su negocio. Tu propuesta debe ser irresistible y la contratación el paso lógico que debería sentir tener que dar.
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