Soy de los que opina que aquello que no eres capaz de vender con un simple texto en Word, no lo lograrás vender en un sitio web. ¿A qué me refiero con esto? A que a veces pensamos que el diseño es lo más importante a la hora de promocionar y vender servicios y formación cuando en realidad son las palabras con las que lo haces.
Es cierto que un buen diseño influye en el nivel de conversión a venta, por supuesto, pero en sí no vende sino que refuerza esa venta aumentando las conversiones. El diseño «per se» no vende, refuerza la venta, nada más.
Es lo mismo que ocurre con los emoticonos. Elementos muy de moda y que ya forman parte de tu día a día. Pues bien, es cierto que muchos se comunican con ellos, sobre todo los individuos más jóvenes. Ahora bien, ¿es correcto el uso que damos a nivel comercial y empresarial?
Mi respuesta es que no. Para nada se hace buen uso de los emoticonos. De hecho soy de los que opinan que debería eliminarse de cualquier comunicación comercial y más aún si vendes consultoría y formación como hacemos nosotros. Algo «serio» y que va dirigido a las empresas.
Los emoticonos NO VENDEN. Y más aún, según tu público objetivo puede ejercer un efecto muy nocivo en tu comunicación.
Diariamente recibo emails de emprendedores y consultores que ofrecen servicios y cursos formativos con un abuso de los emoticonos. Pues bien, en uno de estos email vi el mal uso y abuso de estos elementos. Tantos que restaban credibilidad al mensaje y por supuesto «majestuosidad» al tema: las finanzas. Algo que a todos nos preocupa y que es muy fácil de vender con las palabras adecuadas, apelando a las emociones.
Ejemplo de campaña de email con abuso de emoticonos
Para empezar quiero mostrarte el asunto de la campaña de email marketing «Curso en linea Finanzas Prácticas 💰«.
Lo primero destacable es la falta de ortografía. La palabra «linea» lleva acento; línea. Y segundo es el emoticono que resta seriedad al asunto. Las finanzas son un tema serio, un tema que afecta a las personas desde que se levantan hasta que se acuestan. Aquí te dejo la captura del asunto.

Mi recomendación es que no recurras a los emoticonos como recurso principal para llamar la atención y generar interés en un asunto de email sino que sean las palabras las que lo consigan. Debes aprender a redactar asuntos que vendan, tal como te enseño en mis cursos y libros. Un asunto que apele a la curiosidad, novedad, rompa los esquemas. Algo que de verdad ofrezca seriedad a este asunto sin restar interés. Si quieres conocer más sobre este tema te invito a que conozcas mi libro «Copywriting Para Consultores».
¿Qué ejemplos hubiese utilizado yo mismo si me hubiesen encargado el trabajo?
Por supuesto la palabra curso la hubiese eliminado, nadie quiere hacer un curso a priori, y menos estudiar. Es cierto que será el vehículo para conseguir el conocimiento financiero, pero no puede ser lo primero que encuentren. Nadie compra cursos de finanzas sino libertad financiera, una mejor vida, menos problemas económicos.
Ejemplos de asuntos efectivos para vender libertad financiera:
- Las claves para arreglar tus finanzas
- Lo que los ricos no te cuentan del dinero
- Los ricos lo saben muy bien …
- ¿Quién quiere arreglar sus finanzas?
- ¿A quién le preocupa llegar a fin de mes?
Caso práctico: emoticonos en el email
Una vez que abrí el email lo que me encontré fue mucho peor que el asunto. Mil veces peor y más desagradable a nivel de redacción comercial. Una amalgama de emoticonos dispersos por todo el email, como si los hubiesen tirados al azar, a ver dónde caían.
Un email que, incluso quitando los emoticonos, no vale para que la persona que lo recibe tome acción. Recuerda que tu único objetivo con el email es llevarlos a la página de ventas. Nada más. No es darle datos del curso, no es explicar el curso, simplemente darles razones para tomar acción, motivarlos. Aquí debajo te dejo la captura de pantalla.

En todo el email sobran cada uno de los emoticonos. Empezando por el saludo, ¿de verdad es necesario que pongas un emoticono ahí? Ya me has saludado. Lo único que logras es infantilizar el saludo, algo que a quién le preocupa sus finanzas no tolera.
En el siguiente párrafo nadie explica quién es el profesor estrella, eso sí, ponemos emoticonos con una cara de hombre, una escuela y unos ojos con estrellas. ¿Por qué es estrella? ¿Qué ha hecho para que sea estrella? ¿Cómo se llama el experto? ¿No sería mejor que explicaras brevemente los logros de ese experto y su reconocimiento?
El siguiente párrafo: «No tienes que ser un experto. Aprende a tu ritmo». Nadie quiere aprender nada. Primero debes explicar los beneficios de lo que va a descubrir. Un email no es el lugar para vender un curso sino para profundizar en el problema e indicarle que si hacen clic en el enlace estarán más cerca de solucionarlo.
En el siguiente párrafo tenemos un descuento de lanzamiento, que a priori está bien, pero que estropea con los emoticonos de los cohetes. Y lo más interesante es que dicen que hay un descuento pero de qué cantidad. Ponen directamente el precio. La gente se preguntará, ¿pero este es con descuento o sin descuento? Y encima le añaden una llama para que veas que es un descuento «asombroso». Nada más lejos de la realidad.
Conclusión
En definitiva, ¿cuál es la forma correcta de poner emoticonos? La forma correcta es no ponerlos nunca. Tus palabras son las que tienen que vender tus servicios y formaciones y no los emoticonos. Al contrario, estos pueden tirar por tierra toda tu comunicación e infantilizar un servicio que puede significar la solución a los problemas y deseos de tu cliente y que tantos dolores de cabeza le da.
Recuerda que los emoticonos NO VENDEN. Y todo lo que sobre para vender hay que eliminarlo automáticamente de tu comunicación. Sobra ya que complica la comprensión de tu mensaje.
No tires por el camino fácil, aprende a persuadir con las palabras. Solo así conseguirás una comunicación efectiva, elegante y de alta conversión a venta. Eso sí, tienes que aprender y practicar.
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